Con motivo del 30 aniversario desde la fundación de Farmacia Bárbara María, Toñita abrió las puertas de su hogar para brindar una entrevista exclusiva a este portal web. Conozcamos un poco más de la vida y obra de esta rutilante farmacéutica.
¿Dónde nace y cómo se desarrolla la niñez de Toñita?
Soy oriunda de municipio de Boca Chica, nací el día 12 de junio de 1951. Soy la última de 7 hermanos.
Tuve una niñez tranquila, puedo decir que me crié bajo la falda de mi madre, mientras ella cocía yo jugaba, ella era modista y mientras cortaba tela sobre una mesa yo jugaba muñecas debajo de ella.
¿Quiénes fueron sus padres?
Mis padres fueron Prebisterio Castro y Bárbara María de Jesús Eusebio.
¿Cómo le educaron sus padres y quién le da el seudónimo Toñita?
No viví con mi padre en los primeros 12 años de mi vida, ya que él vivía en otra provincia y por ende, crecí junto a mi madre quien me educó de forma recta, igual que su personalidad. Tanto a mí como a mis hermanos nos enseñó a conducirnos por el mejor camino.
Yo siempre le reclamaba a mi madre el por qué del seudónimo Toñita, por lo que un día me dijo: bueno, tú te llamas Altagracia Antonia porque naciste el día 12 de junio, que es víspera de San Antonio, por eso te nombre Antonia y de ahí, el sobrenombre de Toñita.
¿Alguna anécdota de su infancia que le haga reír?
Sonríe. Bueno tengo muchas anécdotas de mi infancia a pesar de que fue un poco dura porque mi madre nos crió sola, batallando y trabajando mucho. Yo no hacía muchas travesuras, era una niña muy tranquila, pero te puedo decir que tuve una maravillosa enseñanza que me transmitió mi mamá.
“A raíz de una enfermedad que tuvo mi madre, tuvimos que trasladarnos al Jubey, localidad donde nos criamos prácticamente mis hermanos y yo. Para asistir a la escuela tuve que ingeniármelas porque no tenía recursos. Yo llevé un san diario de diez centavos (0.10 ¢) de peso con las señoras mayores del vecindario. El san tenía una duración de 11 días. Al final yo tenía que entregar $1 peso a cada señora; pero a la vez yo me ganaba también un $1 peso. Con ese peso de ganancia, compraba mis cuadernos para ir a la escuela.
Sucedió que un martes toda mi familia se iba a mudar de vuelta a Boca Chica. Todos estábamos muy contentos, yo en especial pero mi madre me dijo que yo no podía irme; por lo que me sentí muy triste, empecé a llorar y le pregunté el porqué, luego me explicó que me dejaría en casa de su prima Pura, quien era mi vecina en la localidad de Jubey y me dijo que como el san se terminaba el día sábado de esa misma semana yo debía esperar porque tenía que entregar el último peso. No fue sino el Sábado cuando me fui a Boca Chica.”.
Con esa manera de accionar mi madre me enseñó el sentido de la responsabilidad.
¿Cómo logra asistir a la universidad y de qué forma se envuelve Toñita en el mundo farmacéutico?
Mis compañeros de promoción de octavo curso y yo nos propusimos seguir adelante con el bachillerato y posteriormente asistir a la universidad. Mi padre anhelaba que yo estudiara Ingeniería, él era carpintero, por lo que me regaló una mesa de dibujo y me hizo todo un esquema para que me inclinara por la Ingeniería. Yo no me identificaba para nada con esa carrera por lo que no hice caso.
Al momento de asistir a la universidad resultó un tanto complicado para mí porque no sabía qué profesión iba a escoger. Como estaba indecisa, mi primo Cheo, me aconsejó que estudiara farmacia; me di cuenta entonces de que no había farmacias en la localidad así que me decidí a hacerlo.
Al plantearle la idea a mi madre me dijo que no le parecía, por que eso era para ricos.
Pude ingresar a la universidad en el año 1972. En ese periodo tuve ayuda de mis hermanos Clara y Rafael, quienes contribuían con mi pasaje diario aunque más tarde terminé mudándome a Santo Domingo con un familiar. Obtuve mi título universitario en el año 1979.
¿Qué hacía cuando no estudiaba?
Me gustaba dar clases, coser y salía a compartir y a bailar cuando no había estudio. Me gustaba mucho ir a la antigua discoteca El playero, en Boca Chica. Le decía a mi madre que iba a buscar a mi hermana Clara que trabajaba allí, así que de paso aprovechaba para quedarme un buen tiempo con mis primas en el lugar.
¿Cómo se crea la farmacia Bárbara María?
Esboza una sonrisa en su rostro y narra: tras terminar mi carrera universitaria empecé a trabajar en el ingenio Ozama, donde más adelante conocí al hombre con quien me casé, Juan Ramón. El mismo día de la boda Juan Ramón se accidentó y eso le trajo complicaciones de salud e igualmente laboral. Ambos residíamos en Santo Domingo para ese entonces; luego le propuse que nos fuéramos a vivir a Boca Chica ya que presentía que allí nos iría mejor, y así fue.
Al llegar de vuelta, le dije a mi madre que me diera un espacio de la sala de su casa para yo poner allí una farmacia, le dije que veía en la ciudad cómo una persona tenía una vitrina con medicamentos en la marquesina y funcionaba bien. Mi madre dudaba y me dijo que hablara con mi padre, así que me traslade hasta Barahona donde él residía y al contarle, le gustó tanto la idea que me regaló $75 pesos para comprar madera para hacer los tramos.
Decidí nombrar la farmacia con el nombre de mi madre, ya que consideraba que era el más hermoso que había escuchado en toda mi vida “Bárbara María”. La apertura de ese negocio fue un día 2 de Enero del año 1981.
¿Dos de sus hijas tienen profesiones en el área de la salud, influyó usted para que ellas se formaran dicha área?
Con la mayor Dominica no, aunque no me agradaba que deseara estudiar medicina. Afortunadamente ya terminó su carrera graduándose Dra. en Medicina y ahora está realizando una especialidad en Psiquiatría, en el Hospital Psiquiátrico Padre Billini. Mientras que con Mercedes, sí influí porque ella había terminado su bachillerato con excelentes honores, entonces estaba indecisa pero al explicarle el amplio campo laboral que podía tener un farmacéutico, le encantó la idea; luego de graduarse de Lic. en Farmacia, actualmente esta realizando una maestría en Gerencia de Servicios de Salud y trabaja como Subdirectora del Departamento de Registros de Medicamentos en Salud Pública.
¿Es devota de alguna religión?
Creo en Dios. El es todo para mí. Leo la biblia y tengo un vasto conocimiento de su palabra. Me preocupo por acatar sus mandatos y tratar de hacer lo que manda su palabra. Actualmente no me congrego en ninguna iglesia pero cuando lo decida, acudiré a una protestante.
¿Qué le puede disgustar en una persona?
La mentira.
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¿Qué es para usted la familia?
Lo mejor que Dios me ha dado, adoro mi familia y agradezco a Dios por esa gran dádiva.
¿Cuál es su rutina diaria?
Unos diez años atrás estaba pendiente de las farmacias, la familia y los quehaceres del hogar. Hace ya mucho tiempo que renuncié al trabajo a tiempo completo en los negocios por problemas de salud, así que ahora me ocupo de cargas muy livianas en el hogar y muy mínimas en la farmacia principal. La menor de mis hijas, Mayelin, está al mando de los negocios en este momento y su hermano Emmanuel se encuentra también trabajando en la empresa para que todo funcione mejor.
. En este mes de Enero, está celebrando el trigésimo aniversario de la farmacia Bárbara María, ¿qué ha sido lo más significativo para alcanzar este éxito a su parecer?
Ha significado mucho. Gracias a Dios. La gente ha dado una gran acogida a cada extensión de la farmacia y me dejan saber el alivio que ha significado para ellos el hecho de tener una cerca de ellos y no tener que gastar en pasajes de motor para movilizarse y conseguir un medicamento como antes hacían. El escuchar eso me llena de mucha satisfacción
¿Qué se necesita para poner un negocio farmacéutico?
Debes tener un título de Farmacéutico aunque también puedes poner el capital y contratar a alguien que lo tenga y se responsabilice con los medicamentos. Además de varias licencias que exigen las autoridades de salud para poder operar.
¿De qué forma mantiene la confianza con los clientes?
Siempre tratamos de que se ofrezca un servicio de calidad y buen trato, ya que son ellos la razón de nuestro éxito.
La Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas de la República Dominicana. En su Art. 31: ubicado en la sección IV sobre Prohibiciones y Control, hace referencia a que “Los medicamentos que contengan sustancias controladas indicadas en las CATEGORÍAS II, III y IV, se expenderán al público en farmacias o establecimientos de comercio autorizado, sólo mediante receta médica en formularios diseñados por la Dirección Nacional de Control de Drogas, vendidos en las estafetas de Rentas Internas ubicadas en la Secretaria de Estado de Salud Pública y Asistencia Soci
¿Considera usted que este artículo se cumple en el ámbito farmacéutico?
Bueno, por lo menos en mis negocios sí. Hay muchos medicamentos controlados y se hace obligatoria la presentación de una receta médica de control de drogas para poder ser vendidos al paciente.
Siempre me preocupé por tener todo en orden como manda la ley. Y, aunque no tenga la misma participación que antes en las farmacias, velo porque se cumplan los mandatos de ley y de esta forma evitar inconvenientes.
¿Cuál es su punto de vista sobre la falsificación y la distribución de medicamentos falsos y qué castigo deberían recibir los practicantes de esta actividad?
Pienso que es algo muy grave y las personas que incurran en esa práctica deberían ser juzgados como manda la ley porque es un crimen jugar con la salud de los demás.
¿Qué a conseja usted a las personas que recurren a la automedicación?
Que no lo hagan porque pueden tener complicaciones muy severas. Cuando llegan pacientes con fuertes dolores u otras complicaciones, les recomiendo siempre que visiten un doctor.
¿Está involucrada en alguna otra actividad u organismo benéfico para ofrecer servicio a la comunidad?
Sí, el Patronato de Ayuda a la Defensa Civil - Estación 57, Ayudas a Club Deportivo y Cultural Juan Alberto Ozoria, así como también a la Cruz Roja y Los Bomberos de Boca Chica. Pertenezco a la Asociación de Dueños de Farmacias de Boca Chica y a la Unión de Farmacias Incorporada.
¿En otra vida, volvería a ser farmacéutica nuevamente?
Claro que Si.